LA IMPORTANCIA DE LA
IMAGEN:
Cómo ser uno mismo y construir la imagen desde adentro
“Yo no soy mi cuerpo, soy más. Yo no soy mi
habla, mis órganos, el oído, el olfato; Eso no soy yo. La mente que piensa
tampoco soy yo. Si nada de eso soy, entonces ¿Quién soy? La conciencia que
permanece, eso soy.”
(Ramana Maharshi)
¿Por qué es importante la imagen que
proyectamos? ¿Por qué se habla de asesoría de imagen? ¿Es acaso la imagen más
importante que el contenido del cuerpo que la proyecta?...
Son
estas, preguntas que en algún momento de la vida nos hemos hecho al pensar en
temas como el vestir, la moda o al escuchar frases como: “Así te veo, así te
trato”; y no es para menos, es del todo adecuado que nos cuestionemos, si
sentimos de alguna manera que la sociedad intenta imponernos que la imagen es
más importante que el ser. Sin embargo para Ana Ramos verse y ser son dos caras
de la misma moneda, pero primero hay que ser y luego parecer. El tema es que primero
hay que trabajar en el contenido y una vez hecho esto, trabajar en la imagen.
Ahora,
¿por qué sigue siendo importante la imagen? Porque vestirse es más que solo
cubrirse, uniformarse o clasificarse: Vestirse es una forma creativa de
mostrarle al mundo quienes somos, de decir: ¡Este o Esta soy Yo!
Y
regresamos al punto de partida: Lo primero que hay que hacer es saber ¿Quién es
él o la que se viste? ¿Quién soy? Para lo cual necesitamos estar constantemente
en un ejercicio de autoconocimiento, de autoevaluación, nadando en nuestro yo
interno para conocernos, valorarnos, y así poder decirle al mundo quien es el
ser que habita nuestro cuerpo y cómo queremos ser tratados. De esta forma
podemos decir que la imagen es importante porque refleja quienes somos, porque
es el resultado de nuestro trabajo interno, porque el verse es parte del ser,
ya que cada uno o una es una entidad que no puede dividirse entre ser y
parecer.
Esta
conclusión nos lleva también a desarrollar la idea de la autenticidad, cuando
trabajo en mi desarrollo interior, me conozco y me aprecio, no tengo otra
opción que ser autentico. Entonces, no sirve de nada vestirme solo de acuerdo a
las tendencias o imitando el estilo de otro, ya que en ese caso no nos
estaríamos vistiendo sino disfrazando. Algo que sí podemos hacer es aprovechar
las claves de estilo, las asesorías sobre las formas y colores más adecuados
para nuestro cuerpo, recibir pautas y pistas que nos ayuden a encontrarnos y
sentirnos nosotros mismos, proyectando nuestra belleza interior, llevándola al
exterior y porqué no, también obsequiar a los demás el regalo de una imagen
agradable; pero sobre todo, trabajar para que nuestro espejo cada día refleje
la imagen de quien realmente somos.
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